Bailar...

Hace rato estoy frente a esta pantalla en blanco, con mil ideas para escribir pero sin saber por dónde empezar a redactarlas.
Inlcuso traté de encontrar alguna canción que identificara lo que quiero decir en este momento pero no pillé ninguna.
Y buewno... mejor melanzo a lalife nomás.

Me remonto al sábado pasado, noche en la que nos juntaríamos los "Friends" a celebrar el cumpleaños de unos de nosotros ( y casi terminamos celebrando el "sensible fallecimiento" jaja.. Mejórate Panchito) y tuve el gusto de conversar largamente con mi queridísimo Flakis. No repetiré acá todo lo que me dijo (harían falta un par de copas de vino para rememorar todo). Pero lo esencial es que una vez más, él me dijo cosas que yo no me atrevo a decirme.
Lo sé, lo sé... Sé que mis amigos son mi mundo seguro, que siempre estarán y que con ellos puedo estar casi como soy realmente . Si, casi... porque todos tenemos partes ocultas aún frente a nosotros mismos. Sé que son ellos los que, tal como Flakis, me muestran cómo soy... me reflejan. Y me gusta ser como me muestro ante ellos. En mi mundo están ellos, en su mundo estoy yo. Pero ese no es todo el mundo al que debo enfrentarme.

Mi mundo, ultimamente ha crecido mucho. He aprendido algo de mis propios límites, he podido tener momentos lúcidos en los que he distinguido lo que quiero y mejor aún, lo que ya no quiero más. He elegido caminos, priorizado. Madurado en varios aspectos... en otros no tanto, falta aún obvio. Mientras más pasos doy, más me doy cuenta de lo que quiero para mi. No sé si sea eso lo que me sirva o me haga mejor, pero al menos ya tengo más claro lo que quiero.
Y qué me ha ayudado a saber eso? las muchas desilusiones que he tenido. De todas las veces que me ha tocado conocer gente que me muestra una cara y un discurso y luego se les cae la máscara y me dejan con la sensación de que fui la única que dio lo que dijo que daría... De todas esas veces, es que he concluido que muy pocos quieren realmente compartir su mundo, ni qiquieramostrarlo. He concluido que no puedo andar buscando "compañeros" para hacer mi camino... y lo he tenido que hacer sola. No solitaria... sola. Y he aprendido a estar así e incluso a ratos lo disfruto. Porque avanzo a mi ritmo y no dependo de que nadie me tire ni me preocupo de andar arrastrando a nadie.
Pero cuando me paro y miro a mi alrededor, veo que, de todas formas, extraño la compañía.
Si me siento a "extrañar" pierdo el tiempo y caigo en la autocompasión. Y no, no es lo mío. Si me paro y sigo avanzando... efectivamente avanzo, pero me ciego ante las posibilidades de poder abrir mi mundo a quienes posiblemente se han querido acercar y ni siquiera los he sentido.
(Un descanso.. bfff tremendo párrafo que me salió... Diego, oye.. qué fuerte, si que sirve poner en letras las cosas... no?).
Prosigo...
Y en esa disyuntiva es que me encontraba cuando tuve esta grata conversación con mi Flakis. Baila, me dijo. Aprende a bailar y disfrútalo. Los amigos siempre estaremos.
Bailar... bailar... jugar con los ritmos... con ese tira y afloje de seguir aclarando mi vida y aprendiendo todo-eso-que-quiero-y-no-quiero... o de salir al mundo aprobar sin tanta planificación. La eterna excusa (cierta pero mi escudo al fin y al cabo) que versa: antes yo era capaz de arriesgar el todo por el todo, pero me jugaron tan mal que ahora me da miedo. Insisto, es verdad, pero ya es añeja razón.
Quedamos en seguir profundizando el tema otro día con más calma, con mi amigo. Ese día aún no llega... pero en el intertanto aparecen moros en la costa.
Uno que me busca, por fin! eso que he pedido. Y yo?... horrible, mi cabeza a mil buscando razones del por qué estoy muerta de susto. De qué? no sé. Pero tengo ganas de correr y esconderme!!.
Carola, tan dificil es bailar?
MMmfmfmFfMF!!!