julio 06, 2009

Shhh!

Es curioso cómo los seres humanos, tan buenos para hablar de todo: de los que nos incumbe, de lo que claramente no nos incumbe, de lo bueno, lo malo, lo que debería ser, lo que no nos gusta de los otros... sacamos la piel pelando todo lo que se nos cruce entre ceja y ceja. Pero, cuando se trata de hablar de nosotros, de lo que sentimos, de nuestras razones para no querer o poder hacer algo; cuando algo no nos interesa, simplemente elegimos no hablar más y dejar que el silencio sea la mejor respuesta.
A veces resulta ser buena estrategia, pero otras veces creo que no.

Es curioso cómo este fenómeno lo he podido ver en muchas ocasiones durante mi vida y en mis relaciones amistosas, amorosas, familiares, etc. Pero hasta ahora no me había parado a tomar consciencia de esto.
Quizá es porque tengo una especie de incontinencia emocional que hace que todo o casi todo lo que me pasa, siento y pienso se me note o mejor dicho, no logre ocultarlo mucho. O quizá es porque a pesar de mis muchas trancas yo siento que si se puede..q si puedo DECIR lo que me está pasando, para no dejar a un otro esperando por alguna palabra o reacción mía. Y si el otro no esperaba nada de mi? No importa, mejor que sobre a que falte.. o no?
Si yo puedo, con lo complicada que soy, por qué tanta gente no?

1 comentario:

Gerardo Omaña Márquez dijo...

Vengo a dejarte mi cariño y vengo a saludarte con el más expresivo acento de mi alma después de tanta ausencia. Quiero llevarme frases en los bolsillos.¡y mira que las hay!
FLORES, MUSICA Y PAISAJES
Besos para tu alma.