Crecer, avanzar, decidir, tomar consciencia... como parte de un camino que implica romper un cascarón. O puede verse también como un ser capaz de soltar ciertas amarras y apegos que, aunque nos han enseñado a ver el mundo y a vivir en él, al mismo tiempo no son el mundo. La propia versión del mundo es la que quiero lograr, ver, tomar, hacer mía y actuar en él.
Me crié en un mundo que... fui criada en un mundo en el que se intentó que no sintiera la dureza que este tiene. fui feliz, protegida, regaloneada pero también escasa de ciertas herramientas de valoración personal y del propio sentir. Un desacuerdo silenciado por una actitud de confianza. un valorar la relación desde la argumentación y no tanto desde el sentir. Un mundo que se comprende racionalmente pero que ha costado vivirlo desde lo afectivo. Un silencio de las cosas incomprensibles de la vida, cosas que simplemente pasan en toda familia, que hubiese sido tanto más livianas y llevaderas de tan solo admitir las y ponerlas sobre la mesa.
¿Quién habló del amor, la justicia, las frustraciones, la tristeza, la confusión...?. Un mundo muy grande y muy privado, muy mio, que se fue desarrollando como un mundo paralelo; que fui poniendo en práctica en otros contextos, no ahí dentro. Y que fue distanciando mundos, formas y maneras de expresar. Fue por oposición el empezar a ser.
Si, es parte del crecimiento el diferenciarse y encontrar la propia identidad. Es doloroso pero al mismo tiempo alentador.
Pero ahí está el juego; ese lazo que te alienta a seguir pero desde vuela sin irte; es tú decisión esto otro hubiese sido mejor; desde el estamos para ti... aunque dejaremos de hacer lo que queríamos por eso....
En épocas anteriores, el resultado era no seguir, desarrollar muchas cosas pero no la capacidad de ser sin sentirme mal e insegura por eso. Ahora, la decisión está tomada... Aunque cada vez que se asoma un doble mensaje, cause mi alarma inmediata; y aún no aprenda bien cómo desviarlo para no quedarme removida, molesta y centrada en esa sensación tanto rato.
Ver, reconocer, agradecer, bendecir y soltar... la tarea más difícil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario